En el emblemático Paseo de Gracia de Barcelona podemos encontrar una de las últimas creaciones de la diseñadora
Patricia Urquiola. Se trata del exclusivo
Hotel Mandarin Oriental que comparte espacio urbano con construcciones de Gaudí como La Pedrera o la Casa Batlló. La invitación de la cadena hotelera a Urquiola ha supuesto mantener la línea cosmopolita de la compañía añadiendo un toque decorativo basado profundas raíces mediterráneas de la ciudad condal. Las suites, que van desde 55 hasta 124 m², poseen como elemento común baldosas hidráulicas cuyos diseños son una reinterpretación del Modernismo catalán.
Las obras de arte encargadas por el hotel son otra referencia a la cultura catalana. Los altos ventanales del suelo al techo permiten al sol del Mediterráneo penetrar en las suites a ambos lados. La diseñadora ha querido imprimir un ambiente doméstico a las habitaciones, por ello, la madera es uno de los materiales más empleados en la construcción de los interiores. De este modo se logra transmitir una sensación de calidez y acogimiento a los huéspedes.
Aparte de los muebles creados en exclusiva para el proyecto por el Estudio de Urquiola encontramos piezas de vanguardia diseñadas por la propia diseñadora española como la lámpara Tatou fabricada por Flos, Sofás Gentry, editado por Moroso, bancos Re-Trouvé de EMU o sillones Husk creados para B & B.
La diseñadora ha creado
grandes terrazas amuebladas que permanecen protegidas de las miradas de la calle y que son perfectas para almorzar o cenar evocando el espíritu mediterráneo de hacer vida en el exterior.
Esta vivienda de 370 metros cuadrados diseñada por Anastasia Arquitectos se sitúa en uno de los barrios más exclusivos de la ciudad brasileña de Belo Horizonte. El enfoque arquitectónico busca maximizar la integración de las áreas exteriores e interiores, difumianado sus fronteras, y, a continuación, aumentando la sensación de amplitud. Debido al tamaño reducido de la parcela -450 metros cuadrados-, los espacios residuales y de circulación prácticamente se han eliminado (por ejemplo, no hay ninguna entrada definida en la vivienda con el objetivo de mantener una cierta permeabilidad entre el jardín y el interior, para acceder se han instalado grandes puertas giratorias en la fachada).
La planta es rectangular y compacta, y se extiende hasta los límites laterales de la parcela. Las habitaciones reciben iluminación tamizada gracia al uso de cristal tipo u-glass que actúa como un buen aislante térmico debido a la existencia de una capa de aire entre las láminas de vidrio. El interior además recibe luz natural a través de un jardín interior situado en el salón que permanece cubierto por una pérgola de vidrio. Por lo tanto, la casa se inunda de luz natural cenital e indirecta durante el día, evitándose además el calor excesivo de la luz solar directa.
El viento predominante proviene de la calle, por lo que las puertas giratorias funcionan como reguladores de la ventilación natural interior. Pueden permanecer totalmente abiertas en el verano favoreciendo la ventilación cruzada, o cerradas en el invierno, e incluso semi abiertas si se desea poca ventilación.
La residencia se estableció en el nivel de la calle, un metro por encima del terreno natural, con el fin de evitar irregularidades y mejorar la accesibilidad de las áreas sociales. Y, también de este modo proteger más la vivienda de la humedad del suelo. Es importante recordar que una de las razones para la implantación de una planta compacta, reduciendo su huella, fue aumentar la permeabilidad del suelo, algo que realmente se necesita en nuestras ciudades.
Los colectores solares (que cumplen con la casa y la piscina) ocupan la mayor parte de la cubierta imposibilitando su uso como terraza al aire libre. El resultado ha sido una residencia Ultraligeros (a pesar de su estética de hormigón a la vista), generosamente iluminada y ventilada, con espacios agradables que invitan a hacer el mejor uso posible de la superficie exterior.
Con la
Guingueta además de dar frescura y calidez a la idea de Chiringuito, el equipo
Sandra Tarruella ha interpretado el concepto de tapas de Carles Abellan y valorizado el producto fresco de sus Cocktails y germinados.
|
© Meritxell Arjalaguer |
|
© Meritxell Arjalaguer |
"Al color rojo, punto de partida y color obligatorio para todos los chiringuitos de playa de
Barcelona, le hemos añadido otros tres colores como el naranja el negro y el verde militar que conjuntados con la madera natural de las mesas , el mimbre de las lámparas y el juego de luz que pasa por las persianas de madera nos crean un ambiente acogedor ,relajado y con un toque masculino". Comentan desde el estudio de interiorismo.
|
© Meritxell Arjalaguer |
"Al concepto típico de Chiringuito hemos añadido las mesas comunitarias, unos bancos con colchonetas cómo zona lounge y el corner de los cócteles y helados donde la fruta y germinados a la vista nos trasmiten la frescura y la alegría de los colores naturales y al mismo tiempo son un reclamo para el cliente y un elemento distintivo de la creatividad de Carles Abellan".
|
© Meritxell Arjalaguer |
El resultado final es un diseño fresco basado en el concepto tradicional de chiringuito mediterraneo sin renunciar a pinceladas creativas.
Datos del proyecto:
Localización: Barcelona, España
Equipo Sandra Tarruella Interioristas
Responsable Cecilia Moretti, Ricard Trenchs
Colaboradores Nuria Calderon, Elsa Noms
Superficie 120 m2
Cliente Carles Abellan
Fotógrafo Meritxell Arjalaguer
Este proyecto situado en el paseo imperial de
Madrid ha consistido en la rehabilitación de un antiguo edificio que hacia la función de centro comercial. El proyecto de rehabilitación ha sido desarrollado por el equipo de arquitectos de
E. Bardají y Asociados y ha recibido recientemente el
premio internacional Archzinc, que premia a aquellos edificios innovadores que emplean el zinc como material principal. El edificio sigue manteniendo su uso como centro comercial, pero a diferencia del edificio anterior con una mayor transparencia. Además en él encontramos las nuevas oficinas de la multinacional de la distribución MAKRO en España.
La actuación pretende inscribir el edificio en un ámbito de gran proyección urbanística futura, no solo por la reciente construcción del
Parque del Río Manzanares, sino por el desarrollo del APE 02/21 “Operación Calderón/Mahou”. Esta ubicación, en el centro de Madrid, aúna la deseada imagen industrial de la compañía, con los requerimientos de adaptación al entorno edificado y la necesidad de una rápida apertura al público. Apenas diez meses después de visitar por primera vez el sitio, el almacén es ahora un moderno edificio con fachadas de cristal con vistas a la ciudad.
El uso intensivo de un único material, el zinc en su color natural, pero con diferentes soluciones compositivas y constructivas, proporciona al edificio tanto una unidad de conjunto como una imagen potente y a la vez austera, resultando un conjunto sobrio y elegante que vibra bajo la luz cambiante como una gran sirena varada sobre el céntrico Paseo Imperial de Madrid.
Las Oficinas Centrales se han desarrollado conceptualmente alrededor de tres principios prioritarios para la compañía alemana: Austeridad, Sostenibilidad y Diseño versátil y participativo. El conjunto generado apuesta por la creación de un espacio diáfano y abierto, con soluciones honestas e integrales en el que la luz ayuda a la transformación de los espacios, creando lugares flexibles que se adaptan a las necesidades de la compañía y las personas que en ella trabajan. El resultado ha sido un edificio inteligente, de distintas alturas, respetuoso con el medio ambiente e integrado en su entorno.
Datos del Proyecto:
Localización: Madrid, España
Arquitectos: Enrique Bardají Álvarez y Carlos Santi Merayo
Proyecto: 2012
Superficie: 17.751 m2
Presupuesto: 7.246.843,21 euros